lunes, 18 de junio de 2007

PARADIGMA CONSTRUCTIVISTA PSICOGENÉTICO

Probablemente si los expertos en epistemología y pedagogía leyeran lo siguiente se retorcerían de la impresión, pero para cuestiones prácticas a mi me funciona bien entenderlo así. Me parece que yo hablaría de dos grandes paradigmas, el conductual y el cognitivo, donde el segundo cuenta con un área de especialización específica en el estudio de la influencia social en el aprendizaje, el paradigma sociocultural.

Pero, ¿por qué me atrevería a decir algo semejante? Desde mi punto de vista y después de haber leído del paradigma cognitivo y el constructivismo, me parece que en realidad los dos se preocupan por la comprensión de los procesos de construcción del conocimiento. Claro que cada uno con diferentes perspectivas de sus respectivos teóricos, pero al final, todos buscan conocer los procesos para poder intervenir productivamente en ellos.

Si bien el constructivismo está muy de moda, el reto real es comprender la forma en la que se procesan los conocimientos, para entonces, poder encontrar la forma más analítica, estimulante y productiva de presentar el contenido al estudiante, que de manera personal podrá resolver incógnitas que él mismo se planteará ante la percepción de lo que sucede. Si él es capaz de resolver no sólo el planteamiento, sino que la forma de plantearlo, es decir, si la resolución está 100% en sus manos y se da en sus términos y bajo su alcance de comprensión, sin ningún problema podrá encontrar la solución a través de los medios con los que contaba desde un inicio.

Es un grave error ofrecer fórmulas que “resuelven” los planteamientos a los que se enfrentará, cuando estas fórmulas ya contienen en sí mismas elementos, conocimientos o procedimientos que el alumno desconoce, ¿cómo podrá resolver algo nuevo a través de un método nuevo, que además le requiere conocimientos nuevos de antemano? Debemos partir de su bagaje propio y antecedente, de otro modo no será capaz de construir. Para construir, tomamos lo que tenemos al alcance, lo manipulamos con las herramientas que conocemos y lo sometemos a los procedimientos y técnicas que de igual modo sabemos llevar a cabo.

Me parece que el constructivismo no es un paradigma a parte, sino un complemento perfecto al cognitivo, incluso creo que va más allá, pero claro, sin el cognitivo no existiría, creo que es una continuación que específicamente se preocupa por el aspecto psicogenético.

Y considero ésta su mayor aportación, porque ofrece la posibilidad de comprender al estudiante en las diferentes etapas de desarrollo cognitivo, psicológico e incluso emocional. Sólo esta combinación podría ayudarnos a tratar de manera empática a los estudiantes, logrando de este modo una comunicación más clara con ellos y el diseño de estrategias realmente efectivas para un mejor desempeño académico.

Por otro lado, el comprender sus estructuras y esquemas y, el modo en que se acomodan o asimilan en cada uno de los individuos con los que trabajamos, es una ventaja increíble que ofrece el paradigma, no sólo para quienes trabajamos en el ámbito educativo. Por ejemplo, para quienes tienen a su cargo el desempeño de diversas personas, el trato y manejo interpersonal es muy importante. Muchas veces no podemos comprender cómo es que el otro no comprende la situación del modo que para nosotros es muy claro; puede deberse de hecho a que todos procesamos de modo diferente, no sólo por ser diferentes, sino porque pasamos por diferentes etapas de desarrollo cognitivo.

Es entonces de vital importancia, que empecemos por nosotros. Me parece sumamente importante corregir desde casa. Buscamos las áreas de oportunidad y mejora en nuestros alumnos y nos atrevemos incluso a desarrollar estrategias para ellos (que muchas veces nunca piden), cuando no hemos resuelto nuestros vacíos primero.

Creo que la metacognición es necesaria, indispensable, para quienes trabajamos con personas, más aún, para quienes impartimos clase, a cualquier nivel educativo. En la medida en que nosotros comprendamos nuestros procesos de adaptación, podremos propiciarlos en los demás. Es muy probable que varias personas compartan los mismos procesos, o que a partir de estos puedan vislumbrar una nueva forma de procesar los contenidos. Es notorio el hecho de que trabajar en comunidad es mucho más productivo y enriquecedor que el trabajo individual, aquí es donde se complementa el paradigma con las aportaciones del paradigma sociocultural, es por eso que insisto en agruparlos en una misma propuesta pedagógica.

En lo personal aplico un poco de los tres. Honestamente creo que por eso me gustaría pensar que son parte de lo mismo, porque de otro modo estaría cometiendo seguramente un grave error al pararme en cada uno a conveniencia del momento. Sin embargo, es así, no todos los grupos requieren lo mismo, ni responden a lo mismo, y no sólo los grupos, las materias, las instituciones e incluso los horarios en los que se imparte la clase.

Me gusta más pensar que tengo la posibilidad de adaptarme de manera inteligente a las necesidades del entorno, en este caso de la clase en su totalidad. La maestría me ofrece este beneficio y de hecho es una de las razones por las cuales estoy en ella. Tengo que agregar también, que la otra causa por la que hago el estudio de maestría es por mi bebé y este paradigma en especial, me ofrece un abanico de información riquísima para comprender y estimular a mi Elian, quiero pensar que soy capaz de poner a su alcance todo lo necesario (o por lo menos lo más posible) para el máximo desarrollo de su mente, cuerpo y espíritu.

Ojala que no sea un crimen el ir y venir e incluso combinar los enfoques cognitivo, constructivista y sociocultural, porque me funciona bien y pienso seguir así.


DG Aleythia Reyes
30 de Noviembre de 2006

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