lunes, 18 de junio de 2007

EVALUACIÓN DE LA CREATIVIDAD

Los estudios de la creatividad han seguido dos caminos diferentes. Por un lado se considera como un rasgo presente en todos los individuos y relativamente cercana a la inteligencia. Por el otro, se considera como una combinación de aptitudes, temperamento y motivación que sólo se da en algunas personas extraordinarias.

En el primer caso se han realizado estudios empíricos propios de la psicología diferencial, diseñando una serie de tests que buscan la predicción del rendimiento y al mismo tiempo pretenden aportar luces sobre la definición de creatividad y datos sobre la validez del propio constructo teórico. Desde el segundo enfoque se han analizado minuciosamente las biografías de aquellas personas consideradas como genios en alguno de los campos: científico y artístico, especialmente.

Son dos pues, las corrientes metodológicas en la evaluación de la creatividad: los métodos cuantitativos que diseñan tests de carácter objetivo (psicometría de la creatividad) y los métodos cualitativos más subjetivistas que tratan de explicar la personalidad de los genios creativos.

Puede afirmarse desde un punto de vista epistemológico, que la naturaleza del problema y su planteamiento determinan la naturaleza de la solución. Por ello, cualquier medición que pretenda hacerse sobre la creatividad, deberá considerar la aproximación teórica a lo que se considera la variable de estudio.

La valoración de la creatividad se puede enfocar bajo tres puntos de vista diferentes: desde la calificación del individuo, esto es, la visión psicológica; desde la perspectiva del proceso de actuación en el diseño de productos, es decir, la visión del proceso; bajo la visión del resultado de la acción, que se puede denominar la visión del producto.

Para poder identificar el tipo de herramienta más adecuada para medir a creatividad, Penagos (2002) señala la importancia de definir no solamente con cual de estas visiones se quiere abordar el análisis, sino también determinar el dominio en el que se desea actuar, ya que la creatividad no existe como un elemento generalizable en todas las áreas de actuación del ser humano. Se puede ser muy creativo en el dominio de la música pero poco creativo en el dominio interpersonal. Esto debe ser bastante específico.

Además del dominio y el énfasis teórico, una consideración obligada es la edad de los participantes. Generalmente puede parecer obvio, pero es quizá la parte más necesaria de ser considerada en el proceso de medición. La creatividad involucra, situaciones sociales, desarrollo cognitivo, habilidades especiales, que son dependientes de la edad. No considerar esto puede traducirse en aproximaciones a la creatividad carentes de validez.

CREATIVIDAD DEL PRODUCTO
Evaluación usando una métrica predefinida

La métrica para medir la efectividad de la ideación (Shah y Vargas, 2003) consiste básicamente en valorar productos bajo cuatro criterios objetivos de la creatividad; novedad, variedad, calidad y cantidad. Tales criterios coinciden con las cuatro características de la personalidad creativas identificadas por los investigadores del tema: flexibilidad, fluidez, elaboración y originalidad (Penagos y Aluni, 2003)

Novedad Originalidad
Variedad Flexibilidad
Calidad Elaboración
Cantidad Fluidez

En su argumentación Shah y Vargas (2003) sostienen que el nivel actual de conocimiento y de desarrollo de las ciencias cognitivas impide aplicar una metodología fiable para determinar a efectividad y la creatividad de los productos desarrollados, a través del proceso de diseño: “tales modelos deben contener una clasificación de los tipos de procesos cognitivos, los atributos utilizados para reconocerlos y la comprensión de su rol para promover la ideación, la influencia de la frecuencia de resultados… nosotros no tenemos ese nivel de comprensión hoy día”. Por ello su propuesta se centra en analizar los resultados obtenidos y en la forma de relacionar estos objetos con el proceso de diseño. Bajo estas perspectivas, el modelo propuesto se descompone en los cuatro criterios de valoración de efectividad creativa: novedad, variedad, calidad y cantidad.

La originalidad o novedad con la fluidez son consideradas como los principales indicadores de la habilidad para la generación de ideas. La novedad es la medida de la originalidad de la idea, es decir, de que tan esperada o no puede resultar la idea. Por ello, puede tener tres niveles en función de quien la valora. El nivel más simple es la originalidad personal, cuando el individuo descubre o crea ideas que para él son nuevas. Un segundo nivel es la originalidad social, en al cual el producto propuesto es nuevo para una sociedad o grupo particular. Y un tercer nivel es la originalidad histórica, cuando el producto es nuevo universalmente.

La variedad, por su parte, es una media del grado de exploración del espacio factible de solución durante el proceso de generación de la idea. La generación de ideas similares indica una variedad baja y por lo tanto, menos probabilidad de encontrar mejores ides en otras zonas del espacio factible.

La calidad, en este contexto, es una medida de la viabilidad de una idea y qué tan cerca está de cumplir con las especificaciones y requerimientos demandados del producto.

Finalmente la cantidad, es el número total de ideas generadas. Es de esperar que entre mayor sea el número de ideas propuestas, habrá mayor probabilidad de encontrar mejores ideas.

Tal y como lo señalan sus autores, los cuatro parámetros miden diferentes aspectos del proceso de ideación y por lo tanto, siendo todos independientes entre sí, tienen la misma importancia a la hora de cuantificar los métodos.

RÚBRICA PARA LA EVALUACIÓN DE PRODUCTOS CREATIVOS*
Elaboró: DG Aleythia Reyes González


*Basada en la evaluación usando una métrica predefinida propuesta por Shah y Vargas, 2003.

PARADIGMA SOCIOCULTURAL

Se que pareceré insistente, pero no logro comprenderlo de otra forma, me parece que el paradigma sociocultural, no es más que el estudio que enriquece de manera fenomenal gracias a las aportaciones del contexto social al paradigma cognitivo y al constructivista.

Me encanta, lo triste es que para lograr comprender el poder inmensurable de las técnicas de este modelo educativo tendríamos que, por principio de cuentas tener conciencia de la responsabilidad y compromiso tan fuerte e irremediable que significa el ser profesor y estar al frente de personitas que lo único que esperan de nosotros es un poco de apoyo, guía y comprensión.

De nada o de poco servirá intentar aplicar estrategias innovadoras esperando que tan sólo de llevarlas a cabo los problemas académicos se resuelvan y el fracaso escolar se erradique, no son recetas de cocina.

Por ejemplo, fue muy interesante ver el ejercicio que se realizó con los niños en clase. Solamente uno de ellos había trabajado anteriormente con el material que se les presentó, sin embargo no fue el que manifestó más construcción de ideas. Puede ser en parte, porque ya está familiarizado con el material (tal vez a un grado de hartazgo), pero también me parece factible e incluso mucho más probable, que no este siendo correctamente dirigido en el desarrollo de sus procesos cognitivos. El que la escuela maneje el material y las maestras sepan como funciona no garantiza que se esté utilizando de manera óptima en los chicos.

Es aquí donde me gustaría exponer mi opinión respecto al fracaso que en muchas ocasiones sufren los intentos por aplicar estas nuevas metodologías en la educación.

Creo que el problema surge justamente cuando los separamos como paradigmas a parte, estoy de acuerdo de conductismo a cognitivismo, pero este último, el constructivismo y el sociocultural se complementan y, creo debieran utilizarse en mezclas a discreción a la medida de las necesidades del grupo y los individuos. Sin embargo, quien no comprende como se lleva a cabo el proceso específico que desea desencadenar, desarrollar o perfeccionar, no podrá diseñar las estrategias indicadas para ello.

Debemos partir entonces de conocer perfectamente los procesos (lo cognitivo) para poder facilitar a los alumnos el descubrimiento del conocimiento por sí mismos de manera un tanto espontánea, sin forzarlos.

Ahora, si lo hacemos en grupos, las aportaciones pueden ser muchas más, sin mencionar que ya no sólo el profesor tendrá a su cargo el papel de mediador y facilitador, sino que los más adelantados (por edad o nivel cognitivo) podrán apoyar a sus compañeros, es mucho más fácil comprenderse entre pares y se entiende mejor la perspectiva de alguien que vive y siente como nosotros.
Esto no exenta al profesor de mantener siempre una actitud empática hacia sus alumnos que le mantenga en constante búsqueda de los intereses y sensaciones de sus alumnos.

Una de las aportaciones que más me llenan de este paradigma, es el manejo de la ZDP, que permite un desarrollo y evolución respetuosa de cada individuo, sin presiones, sin apresurar sus procesos y dando tiempo a cada uno de modo natural. Sobretodo en los primeros años de vida me parece sumamente indispensable que se respete el crecimiento (en todos los sentidos) de los niños y por eso coincido en que los niños deben tener una infancia feliz, donde jueguen, descubran, se asombren, experimenten, se sepan capaces de materializar sus sueños y no encuentren fronteras al conocimiento.

Si alguna vez logramos esto, nuestra tarea como profesores estará plenamente cumplida y la verdad es que todos los días me levanto con esa firme intención, no sólo profesionalmente sino también como mamá de un niño hermoso que no se cansa de aprender, no seré yo quien merme sus posibilidades y no permitiré que nadie más lo haga. Pongo sumo cuidado en que esto no suceda.

El problema de este paradigma desde mi punto de vista, es que difícilmente da resultados en un país como el nuestro, donde reina el individualismo y la competencia de rebatinga malsana. Todos quieren llegar muy alto no importa a cuanta gente tengan que escalar. Y también está latente el claro riesgo que el mismo socialismo implica al igual que este paradigma, no faltará quien se alimente y goce de los beneficios del trabajo grupal sin aportar nada a la comunidad.

Me gusta mucho pero creo que es grave el modo desfachatado en el que se está aplicando, más como una estrategia de mercadotecnia y publicitaria que como un proyecto real y comprometido de educación.


DG Aleythia Reyes
07 de Diciembre de 2006

PARADIGMA CONSTRUCTIVISTA PSICOGENÉTICO

Probablemente si los expertos en epistemología y pedagogía leyeran lo siguiente se retorcerían de la impresión, pero para cuestiones prácticas a mi me funciona bien entenderlo así. Me parece que yo hablaría de dos grandes paradigmas, el conductual y el cognitivo, donde el segundo cuenta con un área de especialización específica en el estudio de la influencia social en el aprendizaje, el paradigma sociocultural.

Pero, ¿por qué me atrevería a decir algo semejante? Desde mi punto de vista y después de haber leído del paradigma cognitivo y el constructivismo, me parece que en realidad los dos se preocupan por la comprensión de los procesos de construcción del conocimiento. Claro que cada uno con diferentes perspectivas de sus respectivos teóricos, pero al final, todos buscan conocer los procesos para poder intervenir productivamente en ellos.

Si bien el constructivismo está muy de moda, el reto real es comprender la forma en la que se procesan los conocimientos, para entonces, poder encontrar la forma más analítica, estimulante y productiva de presentar el contenido al estudiante, que de manera personal podrá resolver incógnitas que él mismo se planteará ante la percepción de lo que sucede. Si él es capaz de resolver no sólo el planteamiento, sino que la forma de plantearlo, es decir, si la resolución está 100% en sus manos y se da en sus términos y bajo su alcance de comprensión, sin ningún problema podrá encontrar la solución a través de los medios con los que contaba desde un inicio.

Es un grave error ofrecer fórmulas que “resuelven” los planteamientos a los que se enfrentará, cuando estas fórmulas ya contienen en sí mismas elementos, conocimientos o procedimientos que el alumno desconoce, ¿cómo podrá resolver algo nuevo a través de un método nuevo, que además le requiere conocimientos nuevos de antemano? Debemos partir de su bagaje propio y antecedente, de otro modo no será capaz de construir. Para construir, tomamos lo que tenemos al alcance, lo manipulamos con las herramientas que conocemos y lo sometemos a los procedimientos y técnicas que de igual modo sabemos llevar a cabo.

Me parece que el constructivismo no es un paradigma a parte, sino un complemento perfecto al cognitivo, incluso creo que va más allá, pero claro, sin el cognitivo no existiría, creo que es una continuación que específicamente se preocupa por el aspecto psicogenético.

Y considero ésta su mayor aportación, porque ofrece la posibilidad de comprender al estudiante en las diferentes etapas de desarrollo cognitivo, psicológico e incluso emocional. Sólo esta combinación podría ayudarnos a tratar de manera empática a los estudiantes, logrando de este modo una comunicación más clara con ellos y el diseño de estrategias realmente efectivas para un mejor desempeño académico.

Por otro lado, el comprender sus estructuras y esquemas y, el modo en que se acomodan o asimilan en cada uno de los individuos con los que trabajamos, es una ventaja increíble que ofrece el paradigma, no sólo para quienes trabajamos en el ámbito educativo. Por ejemplo, para quienes tienen a su cargo el desempeño de diversas personas, el trato y manejo interpersonal es muy importante. Muchas veces no podemos comprender cómo es que el otro no comprende la situación del modo que para nosotros es muy claro; puede deberse de hecho a que todos procesamos de modo diferente, no sólo por ser diferentes, sino porque pasamos por diferentes etapas de desarrollo cognitivo.

Es entonces de vital importancia, que empecemos por nosotros. Me parece sumamente importante corregir desde casa. Buscamos las áreas de oportunidad y mejora en nuestros alumnos y nos atrevemos incluso a desarrollar estrategias para ellos (que muchas veces nunca piden), cuando no hemos resuelto nuestros vacíos primero.

Creo que la metacognición es necesaria, indispensable, para quienes trabajamos con personas, más aún, para quienes impartimos clase, a cualquier nivel educativo. En la medida en que nosotros comprendamos nuestros procesos de adaptación, podremos propiciarlos en los demás. Es muy probable que varias personas compartan los mismos procesos, o que a partir de estos puedan vislumbrar una nueva forma de procesar los contenidos. Es notorio el hecho de que trabajar en comunidad es mucho más productivo y enriquecedor que el trabajo individual, aquí es donde se complementa el paradigma con las aportaciones del paradigma sociocultural, es por eso que insisto en agruparlos en una misma propuesta pedagógica.

En lo personal aplico un poco de los tres. Honestamente creo que por eso me gustaría pensar que son parte de lo mismo, porque de otro modo estaría cometiendo seguramente un grave error al pararme en cada uno a conveniencia del momento. Sin embargo, es así, no todos los grupos requieren lo mismo, ni responden a lo mismo, y no sólo los grupos, las materias, las instituciones e incluso los horarios en los que se imparte la clase.

Me gusta más pensar que tengo la posibilidad de adaptarme de manera inteligente a las necesidades del entorno, en este caso de la clase en su totalidad. La maestría me ofrece este beneficio y de hecho es una de las razones por las cuales estoy en ella. Tengo que agregar también, que la otra causa por la que hago el estudio de maestría es por mi bebé y este paradigma en especial, me ofrece un abanico de información riquísima para comprender y estimular a mi Elian, quiero pensar que soy capaz de poner a su alcance todo lo necesario (o por lo menos lo más posible) para el máximo desarrollo de su mente, cuerpo y espíritu.

Ojala que no sea un crimen el ir y venir e incluso combinar los enfoques cognitivo, constructivista y sociocultural, porque me funciona bien y pienso seguir así.


DG Aleythia Reyes
30 de Noviembre de 2006